Antes de empezar a plantar el jardín de tu vivienda o el de una urbanización o comunidad de propietarios, se debe plantear una red de riego enterrada. Para ello se necesitan dos sistemas. El primer sistema es una red de bocas de riego. Para ello se buscarán sitios estratégicos del futuro jardín para poner puntos de agua en los que conectar, por ejemplo, una manguera. Lo recomendable para este sistema es que las zanjas no sean inferiores a 40 cm de profundidad y usar tuberías de polietileno con una sección no inferior a 25 mm.
El segundo sistema, es el sistema de riego automático. Esta red suministrará agua a aspersores y microdifusores. Por ejemplo, si planeamos sembrar césped, se pueden instalar aspersores emergentes que aparezcan en el momento de regar gracias a la presión del agua. Para una red de riego automática se deberán instalar electroválvulas y cierres eléctricos que controlará un programador eléctrico.
Si quiere instalar una red de riego y tener resultados satisfactorios, no dude en llamarnos o escribirnos.